LA SOLEDAD DEL ODONTÓLOGO
Aunque pueda parecer un tema trascendental sin duda es uno de los aspectos que define la profesión de odontólogo- emprendedor.
La parte PÚBLICA es lo que se ve, es lo bonito, tu preciosa clínica, tu casa maravillosa, tus vacaciones paradisíacas, tu nivel de vida estupendo, tu coche de alta gama…etc
Además, siempre intentas estar de buen humor. Siempre positivo, nunca negativo. Ofreciendo tu mejor sonrisa a tus pacientes, a proveedores, a tus vecinos. En un estado continuo de ¡Si se puede!
Tú sabes que no te puedes permitir caer.
Pero detrás de ese odontólogo fuerte, capaz y seguro de sí mismo también está el área OCULTA de la persona.
Lo que nadie ve, lo que no conocen de ti. Tus miedos, tus incertidumbres, tus noches sin dormir.
No sé si eres consciente de la cantidad de decisiones que tomas a lo largo del día. Pero cuando la clínica para, tú debes seguir tomando decisiones, al igual que los fines de semana y en tus vacaciones. Los 365 días del año estás tomando decisiones para tu negocio.
Algunas de ellas serán fáciles y rutinarias y otras son tremendamente difíciles.
Y como persona que eres tienes tus sentimientos, ante esas decisiones “jodidas” te surgen miedos y dudas de no saber si estás haciendo lo correcto.
¡Y lo peor de todo es que ni siquiera lo puedes compartir con nadie!
Porque os aseguro que crear un negocio como una clínica dental desde cero hasta llegar a facturar miles de euros todos los meses requiere de un estado de superación de dificultades continúo.
Tener una clínica dental es algo maravilloso, os lo aseguro, pero también es altamente exigente, e implica ponerte en riesgo continuamente.
¿QUÉ PIENSA TU EQUIPO?
En mayor o menor medida todos los odontólogos con clínica dental propia tenéis personas a vuestro cargo. Y ser el líder, os guste o no, requiere de estar continuamente en el punto de mira de tu equipo.
Habitualmente van a hablar mal de ti cuando tú no estés delante.
Generalmente se van a fijar más en tus fallos que en tus aciertos.
Y nos gustaría no tener que tomar decisiones dolorosas con las personas de tu equipo. Primero porque a nadie le gusta hacer sufrir a los demás. Pero también porque tú mismo lo pasas mal y no es nada agradable decirle a un colaborador que lleva años contigo que deje de trabajar en tu clínica. O que tienes que bajarle el sueldo, o que no se puede ir de vacaciones cuando te las ha pedido.
A veces lo pospones, pero en el fondo sabes que tarde o temprano tienes que afrontarlo y tomar esa decisión incómoda. Y lo tienes que hacer por dos aspectos: uno por respeto a ti mismo y dos por respeto a las personas que sí están trabajando bien.
Si decidiste tomar el camino del crecimiento y de la excelencia tienes que lidiar con este tipo de situaciones.
- Ojalá pudieras subir el salario a todas las personas del equipo.
- Ojalá pudieras darle días libres cuando os lo pidan.
- Ojalá solo tuvieras que dar buenas noticias.
Pero debes entender que para estar al frente de un negocio como es una clínica dental lo primero que debes hacer es que sea rentable, y si no tomas decisiones difíciles tu clínica perderá pacientes, perderá ingresos y muy probablemente perderá empleos.
¡A la gran mayoría de tu equipo le va a parecer que ganas demasiado dinero para lo que les pagas a ellos!
¡Esto es así y no intentes cambiarlo!
¿QUÉ PIENSAN TUS PACIENTES?
Todos tenéis pacientes que se quejan casi de todo: me ha dolido, he tenido que esperar mucho tiempo, por qué tengo que pagar eso, se me ha roto la prótesis…etc
En el fondo esos pacientes no están bien consigo mismos, tienen rabia, frustración, son insatisfechos por naturaleza, y cuando te das cuenta ya es tarde. El odontólogo se acaba de convertir en el foco de sus problemas.
Tú te levantas todos los días para trabajar de la manera más excelente posible. Pero hay pacientes que no lo van a entender así. Y eso te duele.
Tienes que estar preparado para la crítica, aun sabiendo que has dado lo mejor de ti mismo con ese paciente y en ese tratamiento.
Lo podéis estar haciendo bien 1.000 veces con resultados exitosos pero como el paciente 1.001 no esté satisfecho, éste es el que nos amarga el día. Pero ¿por qué? Si lo hacemos bien, los pacientes están muy satisfechos con nosotros y por un solo paciente que se queja nos quedamos con el disgusto y el mal sabor de boca durante varios días.
Pues sí, el odontólogo es así.
Además, los últimos años las redes sociales han dado voz a esos pacientes cobardes que se esconden detrás de un hashtag para criticarte sin tener ni idea de la dificultad de tu trabajo.
Y aquí también debes tomar alguna decisión. ¿te cabreas y lo dejas pasar? ¿le contestas para intentar solucionarlo? ¿te enzarzas con él/ella en RRSS?
Ser odontólogo es difícil. Pero más difícil aún es ser odontólogo- emprendedor.
Por eso tienes que enfocarte en lo que de verdad te importa. En el momento en que decidiste dedicarte a esta magnífica profesión sanitaria. Debes recordar tu misión, visión y valores. Tenemos que conectar con esa energía que mueve montañas.
Pensar continuamente en la cantidad de pacientes que te agradecen lo que has hecho por ellos. Recordar constantemente la cara de orgullosos que están tus padres de tí. El reconocimiento de tus hijos, mujer, amigos…
Que no se te olvide que los que movéis el país sois vosotros. Muchos emprendedores como vosotros que sois los que creáis riqueza, pagáis los impuestos, dais empleo a personas. España se mueve por los que invertisteis vuestros ahorros, os endeudasteis, todo por lograr vuestra meta.
Cada día os la estáis jugando. Pues aunque hoy tu clínica dental esté bien no significa que mañana también lo estará. La incertidumbre forma parte de vuestro día a día.
Pero es normal tener malos días: ¿Tiene sentido seguir con mi clínica dental? Tanta exigencia, tantos problemas, estar constantemente en tela de juicio ¿merece la pena?
Pues sí, os aseguro que sí.
Pero lo mejor de todo es compartir tus inquietudes con personas que entienden tus dificultades y te pueden ayudar.
Por eso, el acompañamiento diario es uno de los beneficios que más agradecen los clientes de Ebocae. Profesionales que han recorrido el camino que tú estás recorriendo, y sobre todo han tenido las mismas dificultades que tú estás teniendo en este momento.